Vimos la semana pasada como comienza la guerra entre criptógrafos y criptoanalistas, bien pues el siguiente paso fue dado por los criptógrafos claro, les habían vuelto patas pa'arriba el código que funcionó durante siglos. La nueva cifra apareció a finales del siglo XVI, aunque se basa en otra más simple del siglo XV ideada por Leon Battista Alberti, polifacético renacentista que diseñó la primera Fontana di Trevi. Pues bien, alberti propuso utilizar varios alfabetos cifrados para codificar.
De esta forma para codificar la palabra "centena", codificamos la primera letra con el primer alfabeto cifrado, por lo que ciframos "c" como B, la segunda letra la ciframos con el segundo alfabeto, por lo que "e" se convierte en F, la tercera letra volvemos a codificarla con el primero, la cuarta con el segundo, etc... al final obtenemos BFLYKZF.
Así anulamos cualquier ataque por medio del análisis de frecuencia puesto que la letra "e" se codifica de dos formas diferentes, como F y como K, además en este caso la primera "e" y la "a" se codifican las dos como F.
Pero al ser un renacentista de los pies a la cabeza y dedicarse a tantas cosas...al final no desarrolla el concepto y éste pasa a formar parte de las ideas de otra gente, hasta que al final Blaise de Vigenère coge todas las ideas, las junta y desarrolla una cifra muy poderosa...Le Chifrre indéchiffrable.
Para codificar un texto primero hay que desarrollar el llamado cuadro Vigenère que consta de un alfabeto llano más 26 alfabetos cifrados. Por ejemplo, para el caso, los alfabetos cifrados se basan en el cambio del cesar de 2 unidades, quedando el cuadro de la siguiente manera:
De esta forma para codificar la palabra "centena", codificamos la primera letra con el primer alfabeto cifrado, por lo que ciframos "c" como B, la segunda letra la ciframos con el segundo alfabeto, por lo que "e" se convierte en F, la tercera letra volvemos a codificarla con el primero, la cuarta con el segundo, etc... al final obtenemos BFLYKZF.
Así anulamos cualquier ataque por medio del análisis de frecuencia puesto que la letra "e" se codifica de dos formas diferentes, como F y como K, además en este caso la primera "e" y la "a" se codifican las dos como F.
Pero al ser un renacentista de los pies a la cabeza y dedicarse a tantas cosas...al final no desarrolla el concepto y éste pasa a formar parte de las ideas de otra gente, hasta que al final Blaise de Vigenère coge todas las ideas, las junta y desarrolla una cifra muy poderosa...Le Chifrre indéchiffrable.
Para codificar un texto primero hay que desarrollar el llamado cuadro Vigenère que consta de un alfabeto llano más 26 alfabetos cifrados. Por ejemplo, para el caso, los alfabetos cifrados se basan en el cambio del cesar de 2 unidades, quedando el cuadro de la siguiente manera:
Cada letra del texto que queremos ocultar puede ser cifrada con cualquiera de los 26 alfabetos por lo que la letra a podría ser codificada por cualquier letra cada vez que apareciera en el texto y no siempre por la misma.
Pero claro, ¿como sabe el receptor que alfabeto se ha utilizado para cada letra? Aquí interviene una palabra clave acordada de antemano. Imaginemos que la palabra acordada es "arbol" y el texto a cifrar es "quedamos a las nueve".
Colocamos en una linea la palabra clave repetida tantas veces como para abarcar todo el texto llano, y dabajo de esta línea colocamos el texto llano.
Para cifrar utilizamos el alfabeto que empieza por la letra que nos indica la clave, buscamos la letra en el alfabeto llano y donde se cruzan esa es la letra cifrada.
La "q" codificada con el alfabeto que empieza por la "a" que es el último, se transforma en "A" igualmente, la "u" codificada con el alfabeto que empieza por "r" obtenemos la L, la "e" codificada con el alfabeto que empieza por "b" se convierte en F, etc... veamos como quedaría:
El receptor solo tiene que invertir el proceso, coger la Q irse al alfabeto que empieza por "a", buscar la Q y mirar hacia arriba a ver que letra es en el alfabeto llano.
El análisis de frecuencia resulta inútil para este tipo de cifrado, pues una misma letra se puede codificar con cualquier otra cifra.
La palabra clave puede ser cualquier palabra, cuanto más larga, más alfabetos cifrados se utilizaran y por lo tanto más combinaciones y más dificil su criptoanálisis. Este tipo de cifra se denomina polialfabética.
Vale, tenéis razón, escribir un texto largo mediante este método puede llegar a ser desesperante, pero, hay que escoger...pasar horas cifrando o que te corten la cabeza.
Pero debido a este tedioso trabajo, se buscó una cifra más fàcil de codificar y descodificar como la monoalfabética, pero igual de fuerte que la polialfabética. Apareció entonces la cifra de sustitución homofónica y en ella se enmarca la historia del hombre de la máscara de hierro, pero esta historia la dejaremos para el próximo día, creo que si tenéis claro lo de hoy, ya habéis hecho bastante. Leer más...